..." -Robot - insistió en decir Pedro, estudiándome atentamente.
- ¿Le parezco un Robot?
- No del todo - vaciló él -: casi un robot. Pero se acerca la hora de los robots absolutos. ¿ Cómo definirías al robot?
- Un mecanismo... - le respondí vagamente.
- Un ser mecánico - asintió él - . Cumple la serie de movimientos que le ha fijado su constructor; pero lo hace mecánicamente, sin tener conciencia del "por qué" y el "para qué", ni conciencia de sí mismo, ni conciencia del ingeniero que lo ha fabricado....
- Eso es el robot industrial - objeté yo.
- Y el único inocente - admitió Pedro-, ya que ha nacido robot y no puede ser más que robot. Pero el Robot Humano es otro cantar: él no fue creado robot. El se ha convertido en robot: él no es inocente... Robot es el final obligatorio del Hombre descendiente: ya desconectado de su Principio... Robot no es más que un fantasma lleno de vistuosidades externas.... ¡ Y no te rías! ¡Es una ilusión con traje de marinero! ¡Y no te rías, hombre!
Lo dijo sin cólera, pero con tanta fuerza, que me mordí los labios y empecé a lagrimear...."
(Lisandro Farias)
- ¿Le parezco un Robot?
- No del todo - vaciló él -: casi un robot. Pero se acerca la hora de los robots absolutos. ¿ Cómo definirías al robot?
- Un mecanismo... - le respondí vagamente.
- Un ser mecánico - asintió él - . Cumple la serie de movimientos que le ha fijado su constructor; pero lo hace mecánicamente, sin tener conciencia del "por qué" y el "para qué", ni conciencia de sí mismo, ni conciencia del ingeniero que lo ha fabricado....
- Eso es el robot industrial - objeté yo.
- Y el único inocente - admitió Pedro-, ya que ha nacido robot y no puede ser más que robot. Pero el Robot Humano es otro cantar: él no fue creado robot. El se ha convertido en robot: él no es inocente... Robot es el final obligatorio del Hombre descendiente: ya desconectado de su Principio... Robot no es más que un fantasma lleno de vistuosidades externas.... ¡ Y no te rías! ¡Es una ilusión con traje de marinero! ¡Y no te rías, hombre!
Lo dijo sin cólera, pero con tanta fuerza, que me mordí los labios y empecé a lagrimear...."
(Lisandro Farias)
Leopoldo Marechal
Maestro del Pensamiento Nacional y Popular
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