No tengo benevolencia hacia Galtieri ni hacia ninguno de sus colegas anteriores o posteriores. Pero comprendo muy bien a la partidocracia sucesora de Saturnino Rodríguez Peña (aquel que ayudó a escapar al general Beresford, cuando la primera invasión inglesa). No falta entre ellos quienes proponen el día 2 de abril como día de luto. Gracias a esa sociedad anglófila que venera a Europa o a EE.UU., se formó una clase democrática devota de todas las guerras ajenas y héroes alógenos. Son el producto directo de esos bachilleratos franceses importados por Mitre, indiferentes a la América criolla, capaces de ahogar en un hastío glacial las mejores vocaciones y las rebeliones más originales, continuados por una universidad productora de especialistas indiferentes al destino nacional, siempre dispuestos a emigrar por un buen contrato en el exterior. ¡Cómo para entender la guerra de Malvinas con un sistema cultural que reposa en el dilema sarmientino de civilización o barbarie,...
Comentarios
Publicar un comentario