El
6 de julio de 1947, el presidente argentino dirigió un mensaje a todos los
pueblos del mundo, por medio de más de 1.000 radioemisoras (entre ellas, la BBC de Londres), en que
planteaba objetivos de cooperación económica y de paz mundial, desechando los
extremismos capitalistas y totalitarios, fuesen éstos de derecha o de
izquierda. La labor -señaló - para lograr la paz internacional debe realizarse
sobre la base del abandono de ideologías antagónicas y la creación de una
conciencia mundial de que el hombre está sobre los sistemas y las ideologías,
no siendo por ello aceptable que se destruya la humanidad en holocausto de
hegemonías de derecha o de izquierda.
En su histórico mensaje Perón reclamaba el desarme espiritual de la humanidad, desde que ya no podían ser factores coexistentes en el mundo la miseria y la abundancia, la paz y la guerra. El documento Por la cooperación económica y la paz mundial fue enviado por la Cancillería argentina a los gobiernos hispanoamericanos y a la Santa Sede.
La
idea de que el hombre está sobre los sistemas constituye el núcleo antropológico
y filosófico de la
Tercera Posición. Se trata del hombre integral, rescatado de
las filosofías naturalistas, sociobiologistas, economicistas y materialistas
dialécticas que reconocen como raíz el pensamiento de la ilustración, por el
cual la persona humana quedó parcialmente vaciada, por exclusión de componentes
sustanciales: las creencias, la fe, las potencias no racionales, el sentido de
lo sagrado. El justicialismo reconoce su centro de irradiación en un hombre
recuperado en la totalidad de su ser. Y se proyecta de lo interno a lo externo
como Tercera Posición humanista y cristiana.
La propuesta, hecha desde la periferia del mundo, carecía entonces del poder suficiente para imponerse. La realpolitik le exigirá a Perón concesiones y algunos renunciamientos, siempre en términos de praxis (nunca de doctrina), en ese mundo en derrumbe, cuya área periférica empezaba a conmoverse precisamente hacia 1947.
La propuesta, hecha desde la periferia del mundo, carecía entonces del poder suficiente para imponerse. La realpolitik le exigirá a Perón concesiones y algunos renunciamientos, siempre en términos de praxis (nunca de doctrina), en ese mundo en derrumbe, cuya área periférica empezaba a conmoverse precisamente hacia 1947.
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Por
documentos del Departamento de Estado, correspondientes a 1948, sabemos que a
los norteamericanos les resultaba difícil entender qué significaba la Tercera Posición
y hasta llegaron a creer que se podía tratar de un poco de demagogia para
consumo interno, según reza una comunicación del encargado de negocios en
Buenos Aires, Gus W. Ray, del 20 de febrero de 1948. En ese mismo despacho Ray
expresa que varias veces le preguntaron a Bramuglia y al mismo Perón "qué
querían decir con Tercera Posición", y agrega: Perón ha explicado que él
tiene una tercera posición en sentido económico: él no cree en estados
socialistas o comunistas, o en ninguna forma de economía totalitaria. Pero
también Perón señalaba que los capitalistas disponían de trusts o monopolios
que causan abusos. Y concluía Ray: Perón describe su posición como algo entre
la extrema izquierda y la extrema derecha.
Evidentemente,
impregnados de una cosmovisión utilitaria terminaban reduciendo la doctrina a
términos de negocios. No había enigma alguno en las formulaciones de Perón,
fácilmente comprensibles para los habitantes de la periferia....
FERMÍN CHÁVEZ
MAESTRO DEL PENSAMIENTO NACIONAL Y POPULAR
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